La enseñanza de Shinran

Es el conjunto de enseñanzas legadas por el Buda Shakyamuni que tienen el objetivo de eliminar el sufrimiento de los seres sintientes y ayudarlos a alcanzar el despertar.

El Buda nos desea una vida plena, una en la que no estemos cargando con las culpas y la angustia por las cosas del pasado, ni tampoco una en la que carguemos con la ansiedad por un tiempo por venir. El Buda nos desea que seamos libres de los miedos, las culpas, la necedad, sabiendo que en esta vida estaremos siempre envueltos por la insatisfacción. El Buda nos desea un corazón/mente tranquilo, que no sea víctima de los sufrimientos derivados de querer controlar aquello que no tiene control.

La tierra pura es la realización de la promesa original del Buda, el despertar. Quienes hayan sido conscientes de la luz del Buda y se hayan encomendado al despertar a través del nembutsu tendrán una vida más plena y, al final de sus vidas, renacerán en la Tierra Pura. Pero la Tierra Pura no es un paraíso, no es un “Cielo” ni un lugar físico, sino que es el despertar, la Iluminación.

Amida es el resultado de la promesa original, es la luz y la compasión del mismo despertar que brillan y permean a todos los seres y fenómenos de todo el universo. Amida no es un ser físico y condicionado, sino que es la manifestación del despertar, al que todos podemos acceder.

La promesa original se refiere al conjunto de votos que estableció el Bodhisattva Dharmakara para la realización de una tierra pura cuando alcanzase el despertar. Según narra el Sutra Mayor, Dharmakara devino como Buda Amida, y por tanto, su promesa de crear una tierra pura en la que cualquier persona pudiera renacer y despertar se hizo realidad. La promesa original es una de las formas en que el mismo despertar se expresa y nos envuelve, nos sostiene durante toda nuestra vida. Describe elocuentemente la mutualidad del despertar, ya que nadie se ilumina sólo ni por sí mismo, la Iluminación es interdependiente. Además, el voto o promesa nos invita a una práctica en específico, que contiene en sí misma y democratiza los beneficios de todas las prácticas, ya que es una forma de conectarnos siempre y en todo momento con el Buda, con el despertar mismo y la realidad tal y como es.

La Promesa Original está conectada a las tres mentes que los practicantes reciben, que incluye shinjin, la mente/corazón que se encomienda/se refugia en la sabiduría del Buda y en las cosas tal y como son. De forma natural y espontánea (jinen), quien se confía al Dharma, al mismo despertar, recibe todos los beneficios de la Luz del Buda, que es la plenitud. El Nembutsu es la consumación de la Promesa que habilita todo esto. Diciendo Nembutsu mantenemos nuestra mente/corazón en conexión con el Buda y con el despertar.

Los ocho pasos son la receta que el Buda Sakyamuni nos entregó para eliminar el sufrimiento. Este es un camino medio que huye de los extremos de la indulgencia y de la mortificación. Los ocho pasos son los siguientes: (1) una comprensión adecuada del mundo y de nosotros mismos; (2) una intención de seguir el camino budista; (3 y 4) un habla y una acción correctas que no dañe a otros seres y se dirija a la verdad; (5) un modo de vida que no nos perjudique a nosotros u a otros; (6) un esfuerzo que esté enfocado a la práctica del camino budista; (7 y 8) la meditación y concentración que nos permitan actualizar las verdades que Buda nos transmitió.  

Dukkha es un término que suele traducirse por sufrimiento; sin embargo, presenta matices que conviene señalar. Prestando atención a su literalidad, sería "hay insatisfacción", evocando pues, un dolor mental y físico derivado del estrés de nacer, envejecer, enfermar, morir...en definitiva, por sentir la impermanencia y el cambio en nosotros mismos y en lo que nos rodea.  

Es lo que se transmite por medio del nembutsu, surgido de la promesa original. Es el corazón del Buda, el despertar, que nosotros recibimos cuando nos encomendamos al Buda Amida. Es la mente/corazón que se encomienda a las cosas tal y como son, sabiendo que no tiene control sobre nada, y tiene plenitud aún en un mundo insatisfactorio, ya que se sabe acompañada y nunca abandonada por la luz y la compasión del despertar. 

Shinran resumió su enseñanza en los cuatro caracteres chinos de Heizei Gojō, que quiere decir "completa la gran tarea mientras vivas". Esta "gran tarea", o el propósito de la vida humana era lograr la salvación de Amida en esta vida. Sin estar seguro de tu nacimiento en la tierra pura en esta vida no podías estar seguro de nacer después de la muerte. Es el shinjin lo que asegura al practicante el nacimiento en la Tierra Pura y el logro final de la iluminación allí.