El sutra largo sobre el Buda de la vida inconmensurable fue compilado en la era del Imperio Kushan en los siglos I y II por una orden de monjes Mahīśāsaka que florecieron en la región de Gandhāra. Parece clara también la influencia de la secta Lokottaravāda en su compilación ya que pueden apreciarse elementos comunes con el Mahāvastu. En este sutra, Shakyamuni Buda nos relata como el monje mendicante, Dharmākara, practicando bajo la tutela del Tathāgata Lokeśvararāja, estableció los 48 votos con el objetivo de salvar a todas las personas que sufren. Para cumplir esos votos, creó una tierra pura en Occidente llamada Sukhavati, y al cumplir sus votos se convirtió en el Buda Amida. El sutra afirma que si una persona confía en estos votos y dice el nombre de Amida, nacerá en Sukhāvatī y allí se convertirá en un buda.
El sutra largo contiene la promesa original del Buda Amida, así como la historia de cómo surgieron sus aspiraciones y cómo fueron cumplidas, proporcionando un camino de liberación a todos los seres. Por tanto tiene un papel central en el Jodo Shinshu.
El sutra corto sobre el Buda Amida fue traducido del sánscrito al chino clásico por el maestro Tripiṭaka Kumārajīva en 402, pero pudo existir en la India ya en el año 100 d.C. Este sutra tiene de peculiar ser el único sutra que no presenta la respuesta del Buda Shakyamuni a una pregunta formulada por sus discípulos, sino que en él, Shakyamuni se dirige de forma espontánea a Shariputra y le comunica con gran entusiasmo la enseñanza de la Tierra Pura del Buda Amida. El Amida-kyō es recitado con frecuencia en los servicios religiosos. Comienza describiendo los esplendores de Sukhavati, la tierra pura de Amida, y luego explica qué se debe hacer para nacer allí. Los Budas de las seis direcciones (este, oeste, norte, sur, arriba y abajo), al igual que Shakyamuni, ensalzan las virtudes del Buda Amida, y recomiendan que todas las personas generen el deseo de nacer en este campo o tierra de buda encomendándose y recitando el nombre de Amida.
De forma sucinta el Sutra de Amida pone el acento en el nombre (Namu Amida Butsu) como el vehículo que nos permite llegar al despertar y liberarnos del sufrimiento.
Según la tradición, el sutra de la contemplación sobre el Buda de la vida inconmensurable o sutra de la visualización fue traducido al chino por un monje llamado Kalayashas entre el 424 y el 442 d.C. Hay diferentes opiniones académicas sobre si este sutra fue compuesto originalmente en China o si su original sánscrito se perdió, ya que no se ha encontrado hasta la fecha. Su contenido refleja algunas de las técnicas de meditación que se practicaban entre grupos budistas que habitaban en Asia central. Relata la historia del rey Ajatasatru y su madre Vaidehi. Un día, Vaidehi, que se encontraba sumida en la angustia en medio de una profunda tragedia familiar que implicaba, entre otros, a su hijo y su marido, invoca la ayuda del Buda Shakyamuni. Él acude en su ayuda y, para aliviar su angustia, le muestra los innumerables tierras puras o campos de buda existentes en todas direcciones y le pide que elija uno. Ella elige Sukhavati, y por eso, el Buda Shakyamuni describe Sukhavati por medio de 16 tipos de visualizaciones; entre ellas están no sólo las características del Buda, los Bodhisattvas y la Tierra Pura, sino también las personas que en ella nacen.
Este sutra tiene gran importancia ya que avanza la idea que incluso la persona de mal karma, egocéntrica y sin escrúpulos puede llegar a la Tierra Pura/despertar si, incluso en su lecho de muerte, escucha y se encomienda al nombre del Buda: Namu Amida Butsu.
El poema sobre como encomendarnos al nembutsu (Shōshinge) procede de la obra maestra de Shinran Shonin, Kyōgyōshinshō, concretamente del segundo volumen que trata sobre la práctica. Existen tres estilos para cantar este poema: sofu, gyōfu y shimpu. La forma más usada es el estilo semi-formal llamado sofu que puede ser recitado tanto en el día a día como en celebraciones solemnes.
Este poema de nombre las alabanzas al Buda, viene del sutra largo del Buda de la vida inconmensurable, donde Dharmakara, el futuro Buda Amida, loa al dharma y a su maestro, el Buda Lokesvararaja. Además, este bodhisattva expresa su deseo de convertirse en un Buda lleno de sabiduría y compasión que se compromete a salvar a todos los seres que sufren en este mundo ilusorio aunque eso implique hundirse él mismo en el sufrimiento y el dolor. Se suele cantar por la mañana en el salón principal del templo madre Nishi-Honganji.
Este poema procede del sutra largo del Buda de la vida inconmensurable y resume en tres promesas la aspiración formulada en el Sanbutsuge y detallada a través de los 48 votos. Las tres promesas que reitera Dharmakara en este poema son: (1) que todos sus incomparables votos se cumplan; (2) que se convertirá en un gran benefactor que ayudará a todos los seres que sufren, y (3) que llegará al despertar y su nombre (Namu Amida Butsu) resonará a lo largo y ancho del cosmos. Suele cantarse por la tarde en la sala principal o sala de Amida del templo madre Nishi-Honganji.
Este poema también fue extraído del sutra largo del Buda de la vida inconmensurable. Expresa las palabras del Buda Shakyamuni donde da testimonio sobre la consecución de los votos del Buda Amida y también, contiene uno de los pocos ejemplos en los que el Buda Amida habla directamente en el sutra y nos da su enseñanza.
Este poema llamado las doce reverencias, fue escrito por el bodhisattva Nagarjuna, el primero de los maestros raíz del Jodo Shinshu. Alaba la belleza y el carácter sagrado de la tierra pura a la vez que expresa su deseo de nacer allí a través de doce estrofas en las que hace reverencia al Buda Amida. .
El nembutsu breve "na man da bu" es una abreviatura del nombre "Namu Amida Butsu" que recitamos seis veces después del Shoshinge u otro canto. El verso de la transferencia de méritos (ekō) procede de la última estrofa del Kisanbōge del maestro Shan-tao y se recita para finalizar el servicio.
Es una combinación de nembutsu y poemas de Shinran Shonin (habitualmente, los seis primeros del Jōdo wasan). Los wasan se cantan con un ritmo que recuerda a los versos de medianoche, Chūya-raisan, del ōjōraisan del maestro Shan-tao; mientras que el nembutsu está inspirado en el Hanju-san del mismo autor. Suelen acompañar al Shōshinge.
La triple invitación precede al canto de los sutras y se dirigen: (1) al Tathagata Amida, (2) al Tathagata Shakyamuni y (3) a los Tathagatas de las diez direcciones. Este texto proviene del Hōjisan del maestro Shan-tao, mientras que la música está inspirada en el shōmyō de la escuela Tendai. En ocasiones solemnes, se esparcen pétalos simbólicos (keha) mientras se canta.
Vandana es un canto antiguo que alaba al Buda; mientras que en la Tisarana, nos refugiamos en los tres tesoros (el Buda, el Dharma y la Sangha). Ambos pueden cantarse en pali o en su traducción al idioma del practicante.
El poema de agradecimiento es uno de los wasan más populares que cantamos y, suele ser cantado en su letra japonesa original.
Las doce luces de Amida es un canto que procede de una selección de las catorce primeras estrofas de la obra San Amida Butsu Ge del maestro Tan-Luan. En nuestra sangha le tenemos un especial cariño y devoción.
Las cartas del maestro Rennyo son una fuente de inspiración permanente en nuestra escuela. Quizás la más popular de ellas es 'Sobre los huesos blancos' que suele ser recitada en los funerales y en otras situaciones de especial importancia.
Cantamos los sutras en voz alta, al unísono, al estilo tradicional. No se cantan para comprender su significado, sino más bien, con la intención de escuchar el dharma con atención plena. La tradición Jodo Shinshu es única en este sentido, ya que todos, tanto laicos como monjes y laicas y monjas, cantamos juntos.
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