Shinran Shonin (1173-1263) nació al final del período Heian, cuando el poder político estaba pasando, de forma violenta, de la corte imperial a manos de clanes guerreros. Paradójicamente, esta convulsa época en la que el antiguo orden se desmoronaba, fue un periodo de intensa renovación en otros ámbitos, como por ejemplo, el del budismo japonés, que abandonaba su férreo formalismo para dar paso a nuevos caminos hacia la despertar de muchos estratos sociales que antes se encontraban excluidos.
Shinran nació en la aristocrática familia Hino, una rama del clan Fujiwara. Tanto su padre, Arinori, como su madre, Kikko, fallecieron en los primeros años de vida de Shinran. Por ello, a la edad de nueve años, Shinran se hizo monje bajo la guía del abad tendai, Jien. Los siguientes veinte años estuvieron envueltos en una intensa vida de estudio y prácticas ascéticas en el Monte Hiei.
Tras esos veinte años de intensos esfuerzos, Shinran, perdió la esperanza de alcanzar el despertar a través de tal régimen de disciplina y estudio. A los veintinueve años, Shinran realizó retiros nocturnos en el templo Rokkakudo en Kyoto con la intención de encontrar un sentido para su rumbo futuro. Al amanecer del día noventa y cinco, el príncipe Shotoku se le apareció en un sueño. Shinran interpretó este sueño como una señal de que debía buscar a Honen. Lleno de resolución, descendió del monte Hiei y se unió al movimiento del maestro Honen, antiguo monje tendai que abogaba por confiar en el voto del Buda Amida de forma exclusiva y de recitar el nembutsu como práctica.
Durante los años que moró en el monasterio de Yoshimizu bajo la tutela del maestro Honen, Shinran aprendió la enseñanza del nembutsu, debatió con sus compañeros y finalmente, recibió el reconocimiento de su preceptor al permitírsele copiar la obra magna del maestro Honen, el Senchakushu, así como el retrato del propio maestro.
Por esta época, Shinran se casó con Eshinni y comenzó a formar una familia. Esta fue una prueba de que el voto de Amida alcanza a todos por igual sin discriminación. Sin embargo, este gesto fue polémico en su época al ser considerando como transgresor y degenerado.
Sin embargo, las órdenes budistas tradicionales estaban cada vez más celosas del creciente apoyo popular hacia Honen, y en 1207, lograron que el gobierno prohibiera su enseñanza de nembutsu. Varios discípulos de Honen fueron ejecutados y Honen y otros de sus discípulos, incluido Shinran, fueron desterrados de la capital. Shinran fue despojado de su sacerdocio, le dieron un nombre de criminal y lo exiliaron a Echigo (prefectura de Niigata) en la costa del Mar de Japón. Resistiéndose a ese decreto imperial, Shinran no tomó el título de laico que se le había dado, sino que se nombró a sí mismo como Toku (literalmente, "cabeza de barba incipiente"), declarándose "ni monje ni laico".
Cinco años después, llegó el perdón del Emperador, Shinran podía regresar a Kyoto pero al descubrir que su maestro había fallecido, decidió no regresar a Kyoto y dedicarse a la predicación. Corría el año 1214 y Shinran, a la edad de cuarenta y dos años, se dirigió a la región de Kanto para difundir en ella la enseñanza del nembutsu durante veinte años, construyendo un gran movimiento entre diferentes grupos sociales.
Después de vagar por ciudades y pueblos de provincia, Shinran se estableció a los cuarenta y cinco años en Inada, provincia de Hitachi. Aunque su cabaña era solitaria y estaba lejos de las ciudades, siempre acudían un gran número de buscadores de la verdad, nobles y humildes, laicos y monjes, que llamaban a su rústica puerta. Su deseo de ver la propagación de la promesa de Amida se vio, así, ampliamente consumada. Fue en este lugar, ya con cincuenta y dos años, donde comenzó a escribir su famosa obra Kyo-Gyo-Shin-Sho, sentando las bases de lo que luego sería la escuela Jodo Shinshu.
En las cercanías de Inada, vivía un líder religioso llamado Bennen. A medida que las enseñanzas de Shinran se diseminaban entre la gente, la influencia de Bennen comenzó a menguar. Esto hizo que el rencor en Bennen fuera acumulándose hasta llegar incluso a intentar matar al Shonin. Finalmente, irrumpió en la cabaña del Shonin con la intención de asesinar a Shinran; sin embargo, tan pronto como vio al Shonin y escuchó su voz, la intención homicida se desvaneció de manera instantánea. Lleno de arrepentimiento, se volvió uno de los discípulos más fieles del Shonin, Myoho-bo.
A los setenta años de edad, Shinran regresó a Kyoto para comenzar una nueva vida dedicada en gran parte a la escritura. No dio sermones ni enseñó a sus discípulos, sino que vivió con familiares, sostenido por obsequios de sus seguidores en el área de Kanto. Su esposa regresó a Echigo para supervisar la hacienda de su propiedad, mientras que fue su hija menor, Kakushinni, fue quien se mantuvo a su lado hasta el final de sus días. De esta época vienen la mayoría de sus escritos: completó el Kyogyoshinsho, y compuso cientos de himnos (los Wasan) en los que logró hacer accesible a la gente común las enseñanzas en su propia lengua. En esa época, surgieron problemas entre sus seguidores en el área de Kanto, y escribió numerosas cartas y comentarios tratando de resolverlos.
Cerca del final de su vida, Shinran se vio obligado a repudiar a su hijo mayor Zenran, quien causó disturbios entre los seguidores de Kanto al afirmar haber recibido una enseñanza secreta de Shinran. Sin embargo, su energía creativa continuó hasta su muerte a los noventa años, y sus obras manifiestan una visión cada vez más rica, madura y articulada de la existencia humana que lo revela como uno de los pensadores religiosos más profundos y originales de Japón.
En el invierno del año 1262, Shinran Shonin enfermó y tuvo que guardar cama. El vigésimo octavo día del mismo mes, el Shonin murió y alcanzó la tierra pura de la felicidad y la paz con noventa años de edad. Se dice que estas fueron sus últimas palabras: “Cuando estés solo, di el bendito Nombre y date cuenta de que no estás solo sino que estás acompañado por otro. Cuando seáis dos los que recitáis el Nombre, realmente seréis tres: yo, Shinran, siempre estoy entre ustedes.” A la mañana siguiente, sus compañeros y familiares cremaron sus restos con solemnidad, en la parte sur de la capital.
Copyright © 2024 Jinen-kō - Todos los derechos reservados.
Usamos cookies para analizar el tráfico del sitio web y optimizar tu experiencia en el sitio. Al aceptar nuestro uso de cookies, tus datos se agruparán con los datos de todos los demás usuarios.